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La Renovación Carismática Católica siempre ha tenido como una de sus prioridades el contar con servidores bien formados en diferentes áreas tanto humanas, como espirituales y doctrinales. La importancia de tal formación ha sido puesta de relieve por la Exhortación Apostólica Post-sinodal de su Santidad Juan Pablo II “Christifideles laici”, Sobre vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo, en su capítulo final. Aunque es obvio, la actividad formativa de los fieles laicos debe tener como objetivos las tres claves eclesiológicas que marcan toda la Exhortación: la Iglesia como misterio, comunión y misión.
La formación para, el crecimiento espiritual, responder a la llamada de Jesús y el buen ejercicio de los carismas que el Señor nos ha regalado, es fundamental para el crecimiento espiritual personal y el desarrollo de nuestros grupos de oración. Todos deberíamos tener acceso a oportunidades de aprendizaje, iniciando con los Módulos de Crecimiento para aprender a vivir la vida en el Espíritu, ofrecidos como un seguimiento al Seminario de Vida en el Espíritu, y continuar con los cursos de Formación de Servidores para aquellos que han sido llamado a ejercer algún cargo o ministerio dentro de esta amada corriente de gracia de la Renovación Carismática.
En consonancia con lo que la iglesia nos perfila en el documento “Christifidelis Laici”, asumimos que, el Comité Nacional de Servicio Hispano, al cuidado de la Renovación Carismática de Los Estados Unidos y Canadá, nuestra formación debe abarcar los siguientes elementos:
- Madurar continuamente: La Imagen evangélica de la vid y los sarmientos (Mateo 20:1-16) nos revela otro aspecto fundamental de la vida y de la misión de los fieles laicos: la llamada a crecer, a madurar continuamente, a dar siempre más fruto.
- Formación en nuestra propia espiritualidad: “También los grupos, las asociaciones y los movimientos tienen su lugar en la formación de los fieles laicos. Tienen, en efecto, la posibilidad, cada uno con sus propios métodos, de ofrecer una formación profundamente injertada en la misma experiencia de vida apostólica (ChL 62).
- Una formación en la que nos dejemos interpelar por Dios; somos llamados por Él y nos corresponde a nosotros responder a ese llamado.
- Colocando la formación integral y permanente de los fieles laicos entre las prioridades de las diócesis y formación que debe incluirse en los programas de acción pastoral de modo que todos los esfuerzos de la comunidad (sacerdotes, laicos y religiosos) concurran en un mismo fin.
- Descubrir y vivir la propia vocación y misión. Nuestra formación tiene como objetivo fundamental el descubrimiento cada vez más claro de la propia vocación y la disponibilidad siempre mayor para vivirla en el cumplimiento de la propia voluntad.
- En la convicción de que cada uno de nosotros es el término y a la vez el principio de la formación. Cuanto más nos formamos, más sentimos la exigencia de proseguir y profundizar tal formación; como también cuanto más somos formados, más nos hacemos capaces de formar a los demás.
- Una formación integral para vivir en la unidad. En el descubrir y vivir la propia vocación y misión, los fieles laicos han de ser formados para vivir aquella unidad con la que está marcado su mismo ser de miembros de la Iglesia y de ciudadanos de la sociedad humana.
Es así que el Comité Nacional de Servicio Hispano desea proveer diferentes herramientas que nos ayuden a crecer cada día en nuestro conocimiento de Dios, de la Iglesia y de la Renovación Carismática. Para ello hemos deseado desarrollar un “Plan de Formación Nacional”, el cual pretende no dar reglas de cómo ejercer nuestros ministerios y servicios; sino por el contrario, ofrecer herramientas doctrinales y prácticas que nos ayuden a ser siervos auténticos del Espíritu Santo, creciendo cada día en santidad y comprometidos siempre con nuestra misión evangelizadora en nuestra Iglesia y en el mundo.
Con este objetivo se ha desarrollado un plan que comprende dos áreas básicas:
En primer lugar, el desarrollo de diferentes cursos de formación a nivel diocesano, con el fin de que los diversos servidores diocesanos de Renovación tengan un ambiente en el cual compartir retos y sueños en el área de la formación. Además de proveer 8 Módulos de Formación Carismática, claves para continuar con la visión e identidad de la Renovación Carismática, creciendo en nuestro conocimiento como servidores. Es así que se podrá ofrecer los cursos de formación organizados en forma conjunta por el Comité Nacional de Servicio Hispano y los coordinadores de diferentes diócesis del país. Los 8 Módulos que abarcan la formación Carismática con los siguientes: Identidad de la Renovación Carismática Católica, Teología del Espíritu Santo (Pneumatología), Los Seminarios de Vida en el Espíritu Santo, Los Grupos de Oración en la Renovación Carismática, Los Carismas del Espíritu Santo, Ministerios en la Renovación Carismática, Discipulado y Liderazgo y Servicio.
En segundo lugar, tomando en cuenta la espiritualidad de la Renovación Carismática y conociendo la importancia de tener ministerios de servicios bien formados, claros y definidos, para el buen funcionamiento de la Renovación Carismática Católica en nuestras parroquias y diócesis, hemos creado 5 Módulos Ministeriales, definiendo conceptos claves de la espiritualidad y formación propia de cada ministerio: Ministerio de Intercesión, Ministerio de Predicación, Ministerio de Comunicación, Ministerio de Sanación y Ministerio de Música y Animación.
Le invitamos a leer interesantes artículos en la sesión de lectura en nuestra página. Ahí podrá reflexionar y aprender acerca de: Discipulado, Dialogando con Dios en comunidad, La Unción del Espíritu Santo, La Evangelización y los Ministerios en la Renovación Carismática. ¡Aproveche esta gran oportunidad!
Si tienes alguna pregunta, sugerencia, comentario o deseas información más detallada sobre este plan de formación puedes escribir a formacionrcchispana@gmail.com
El Espíritu Santo nos unja con su fuerza y amor para cada día imitar a Jesús y servirle con amor en esta corriente de gracia en la cual nos hemos sumergido.
Unidos en el amor de Dios,
Enrique Méndez, responsable
Ministerio Nacional de Formación
Teléfono: (508) 361-6953
“El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todo y les recordará todo lo que yo les he dicho”
(Juan 14, 26)